sábado, mayo 02, 2009


Volando de noche, acariciando el aire,
esparciendo trozos de alma que no llegan a nadie,
caen sobre las azoteas desoladas, se pierden.
Observo. Escucho. Siento. Bebo la noche, el humo, los ruidos,
el oleaje de un mar que nunca estuvo.

tristeza repentina, duele,
el silencio es parte.
No busco nada, no busco a nadie,
solamente vuelo para sentir ese tibio aire entre mis alas.

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