Y te pierdo, no te encuentro y finjo no asustarme.
El corazón me late a una velocidad que no puedo controlar.
¿Dónde estás? Camino deprisa y solamente escucho el crujir de las ramas.
No quiero hacer ningún sonido, no quiero voltear hacia atrás, el sudor frío comienzo a sentirlo junto con la inundación que se está formando en mis ojos.
Sigo, 1,2,3,4…cuento los pasos, todo me parece bello y tenebroso, el frío me cala en los huesos, comienza a anochecer, comienzo a tener hambre, por segundos noto tu olor, sigo en esa dirección, te veo a lo lejos, te miro fijamente para cerciorarme que eres tú, corro de prisa hacia ti, me ves y …
Buen bocado para una noche como hoy.
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